T4 Sistemas CTS y patentes
Tras leer la documentación de este nuevo apartado he
decidido centrarme en la parte más filosófica o moral de las patentes. En esta
entrada voy a exponer las ideas y mis opiniones respecto este tema.
Idealmente la investigación en la forma más “purista” se
desarrolla para aumentar el conocimiento humano y avanzar en el progreso, lo
que se denomina como ciencia básica. Y aunque hay investigaciones con esa única
misión, gran parte de esta no se ha realizado únicamente para ese fin. La
investigación tiene un coste muy elevado y la sociedad y empresas están
dedicando parte de sus recursos a esta. Sería ingenuo pensar que con esta
investigación no se busca una finalidad económica (principalmente en las
empresas) o la obtención de un beneficio para la sociedad, como por ejemplo
investigación contra el cáncer o mejorar la competitividad del tejido
industrial.
Todo el desarrollo e innovación tiene unos costes, que
cuando se da con la clave, es muy fácil de copiar o utilizar. Por ello, me
parece adecuado que las personas, empresas o sociedades que hayan invertido
tiempo y dinero sean recompensados por sus descubrimientos. El problema con las
patentes es que idealmente su funcionamiento es ese, pero la realidad tiene un
aspecto diferente.
Patentar un descubrimiento actualmente no protege
infaliblemente frente a copias. Te pueden copiar y dependiendo de tu tamaño
podrás ofrecer más o menos resistencia. El sistema actual hace que las pequeñas
empresas o inventores estén muy desprotegidos frente a las grandes. Primero,
patentar supone un coste muy alto y mucha dedicación (solo hay que ver los
pasos que hay que seguir para conseguir que te acepten una patente), por lo que
necesitas tener un músculo financiero que pueda soportar esto. Y segundo, aun
teniendo las patentes esto no te evita que puedan copiarte.
Se pueden aprovechar de los descubrimientos, pudiéndose
pararlos únicamente a través de un proceso judicial. Todo el proceso tiene un
duración muy larga, costosa y engorrosa. Sucede que una empresa que se aprovecha
de una patente ajena, durante el proceso de juicio (que puede durar años)
obtiene los beneficios explotando la idea. Esta empresa puede ganar mucho y
solo cuando se va a acabar el juicio traspasa esos beneficios, se declara en
quiebra y se disuelve. Todo el trabajo realizado no ha servido, no se ha
obtenido ninguna recompensa y se tiene que pagar los costes judiciales.
Actualmente, si eres pequeño se suele recomendar patentar,
no para evitar que otros te copien (que seguramente lo vayan a hacer), sino para
impedir que otro ente más grande, patente tu idea y te obligue a no poder
explotar tu propio descubrimiento. En estos casos, la patente hace todo lo
contrario a su función inicial!
Como muchas otras cosas en el mundo, las patentes ofrecen
más ventajas a las entidades grandes. Cambiarlo es difícil y también buscar una
solución lo es. Personalmente, aunque no soy un experto en esta temática,
pienso que seguramente se pueda mejorar el sistema. Pero, aun describiendo todo
lo anterior considero que tener este mecanismo es más favorable que no tener
nada.